En el marco de las celebraciones de fin de año, se realiza un llamado a la conciencia y responsabilidad en el uso de pirotecnia, promoviendo especialmente la pirotecnia de luces y sin estruendo.
El uso de pirotecnia sonora puede generar serias consecuencias en personas con hipersensibilidad auditiva, como niñas y niños, personas mayores, personas con autismo u otras condiciones neurosensoriales, quienes pueden experimentar angustia, desorientación o malestar intenso.
Asimismo, la manipulación inadecuada de pirotecnia representa un riesgo de lesiones por quemaduras, especialmente en manos y rostro, muchas veces evitables con decisiones responsables.
Por otro lado, los animales domésticos y silvestres sufren de manera significativa el impacto de los ruidos fuertes, pudiendo reaccionar con miedo, estrés o conductas nerviosas, lo que en algunos casos deriva en extravíos o accidentes.
Elegir pirotecnia luminosa y silenciosa es una forma de celebrar respetando a los demás, cuidando la salud, la integridad física y el bienestar animal. Entre todos y todas, es posible disfrutar de las Fiestas de manera segura, empática y responsable.
