• Celebración
  • Conmemoraron el Día de toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez

    Los adultos mayores participaron de charlas y la proyección de videos.

    San Alberto

    Empleados  y residentes del Instituto Gerontológico San Alberto celebraron el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez con un acto conmemorativo que contó con diversas actividades alusivas.  Pese al intenso frío, el festejo le puso calidez a la mañana, que se vio reflejada en los presentes que disfrutaron la conmemoración.

     “Estoy muy agradecida a Maximiliano Bevacqua por el acompañamiento. Si bien la pandemia nos mantiene alejados, mucha gente participo de las actividades online mandando saludos y que se tome conciencia de que al adulto mayor se le tiene que brindar un buen trato siempre”, sostuvo la directora de la institución, Carla Sánchez.

     El maltrato de las personas mayores es un problema social mundial que afecta a la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo, por tanto requiere la atención debida por parte de la comunidad internacional. En este sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez para expresar su oposición a los abusos y los sufrimientos infligidos a algunas de las generaciones mayores.

     “Muy contento  de que el municipio pueda hacerse presente en un día como hoy también  haciendo un aporte que es la reparación de un instrumental que estaba necesitando el instituto”, agregó el referente municipal.
    El Instituto Gerontológico San Alberto se encuentra ubicado en calle Santa Fe. Es una residencia de larga estadía para adultos mayores, que depende de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social.

    Fue fundado el 17 de julio de 1987 durante el gobierno de Fernando P. Riera, con la intención de dar albergue y atención socio-sanitaria a ancianos vulnerables de diferentes localidades de la provincia. Durante los primeros años, la atención se centró solamente a adultos mayores ambulatorios, los que recibían tratamiento médico, rehabilitación y talleres para la tercera edad.

    A partir de 1994, se realizaron convenios con las obras sociales PAMI y PROFE, para que sus afiliados cuenten con el beneficio de la internación geriátrica. También se comenzó a brindar albergue a aquellos adultos en condiciones de vulnerabilidad y riesgo social, derivados de la -en ese entonces- Dirección de Jóvenes y Adultos Mayores. En el año 2003, la dirección del Instituto quedó a cargo de un médico geriatra gerontólogo y a partir de allí se inició un proceso de cambio y transformación del paradigma vigente, con el fin de sustituir el concepto de asilar y biomedicalizar por el de una presentación gerontológica fundada en el derecho de los Adultos Mayores como personas capaces de desarrollo.

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